DEFINICION:
El Imperio romano como sistema político surgió tras las guerras civiles que siguieron a la muerte de Julio César, en los momentos finales de la República romana. Tras la guerra civil que lo enfrentó a Pompeyo y al Senado, César se había erigido en mandatario absoluto de Roma y se había hecho nombrar Dictator perpetuus (dictador vitalicio). Tal osadía no agradó a los miembros más conservadores del Senado romano, que conspiraron contra él y lo asesinaron durante los Idus de marzo dentro del propio Senado, lo que suponía el restablecimiento de la República, cuyo retorno, sin embargo, sería efímero. El precedente no pasó desapercibido para el joven hijo adoptivo de César, Octavio, quien se convirtió años más tarde en el primer emperador de Roma, tras derrotar en el campo de batalla, primero a los asesinos de César, y más tarde a su antiguo aliado, Marco Antonio, unido a la reina Cleopatra VII de Egipto en una ambiciosa alianza para conquistar Roma.
Intentos de restauración del Imperio
A lo largo de los siglos que suceden a la caída del Imperio romano de Occidente, muchas civilizaciones de la edad media y más tarde, de la edad moderna, se proponen restaurar el Imperio Romano a su antigua gloria. El intento más antiguo y el que más se acercó fue el del Imperio bizantino, por decisión de Justiniano I, en el siglo vi utilizó a sus mejores generales (Narsés y Belisario) para devolver la antigua gloria del Imperio.
Tres siglos más tarde, un rey Franco, Carlomagno, hijo de Pipino el Breve, fundó la dinastía Carolingia, convirtiendo el reino Franco en el Imperio carolingio. Carlomagno se hizo con el poder de la mayoría de territorios en Europa Central, convirtiéndose en la principal potencia de Europa en ese momento. Más tarde, se firmó el tratado de Verdún (843), que repartía el imperio entre los tres nietos de Carlomagno, los reinos sucesores fueron la Francia Occidental (Francia Occidentalis), que se convertiría en el reino de Francia, Francia Media y Francia Oriental (Francia Orientalis), que se convertiría en el Sacro Imperio Romano. A pesar de que fuera muy extenso, no se asemejaba en tamaño ni siquiera al Imperio de Occidente en su apogeo territorial.
Un reino sucesor del Imperio carolingio se hizo con mucho territorio en Europa, fue entonces cuando fue rebautizado como Sacro Imperio Romano. Este Imperio no fue tan extenso como su antecesor, el Imperio carolingio, pero fue mucho más duradero, llegando hasta la Edad Contemporánea.
Ejército romano
El mando supremo del ejército correspondía al Emperador. En provincias el mando correspondía al gobernador provincial (pero este a su vez estaba supeditado al Emperador que podía apartarlo cuando quisiera), pudiendo también asumirlo temporalmente el Emperador. El número de legiones osciló en toda la época imperial, con un número máximo cercano a la treintena.
Las clases altas de caballeros y senadores fueron desapareciendo del ejército, de modo que las legiones debían reclutarse entre los ciudadanos, primero en Italia y después progresivamente en las provincias donde estaban acantonadas (destacaron los mauros, los tracios y sobre todo los ilirios), de modo que desde Adriano el reclutamiento se hizo casi exclusivamente en las provincias donde servía la legión, y por fin se recurrió a mercenarios extranjeros (sobre todo germanos). Con la entrada de los proletarios el ejército se profesionalizó, si bien estos soldados tenían más facilidad para el motín y el saqueo. Los ascensos se ganaban por méritos, por favores o por dinero. El tiempo de servicio fue aumentado progresivamente y no eran excepcionales servicios de treinta o más años, tras lo cual se conseguía un estipendio económico, la ciudadanía y privilegios como el acceso a algunos cargos municipales.
La legión disponía de arsenales (armamentos) y de talleres de fabricación y reparación. Los soldados recibían un sueldo, donativos imperiales en ocasión del acceso al trono, las fiestas o los motines, regalos (stillaturae) y el botín de guerra. La ración de alimentos diaria fue creciendo y se le proporcionaba trigo, sal, vino, vinagre, carne fresca y carne salada.
Los campamentos se convirtieron en plazas fuertes. Disponían de murallas y torreones y se dividían interiormente en cuatro partes marcadas por dos vías perpendiculares. Contenían sala de baños, sala de reuniones, capillas, oficinas, cárcel, hospital y almacenes. Los mercaderes, artistas, prostitutas y otros acudían a sus alrededores y se establecían constituyéndose aglomeraciones urbanas, y crecían los barrios exteriores para la población civil (canabae) con casas de baños, anfiteatros y otros edificios públicos. Los terrenos próximos se utilizaban como pastos para el ganado, que se arrendaban a los agricultores de la zona.
Estructura de la legión[editar]
Una típica legión romana (cuyo emblema era un águila plateada) consistía en diez cohortes (con su respectivo estandarte) cada una de ellas con cinco o seis centurias de ochenta hombres subdivididas en diez contubernios (unidad básica de ocho legionarios que compartían tienda), contando pues cada legión cinco o seis mil hombres de infantería, divididos en cincuenta o sesenta centurias. Contaba también con las guerrillas regulares auxiliares y de caballería (alae) con ciento veinte hombres de caballería.
El emperador y en su nombre el gobernador provincial designaban a los legatus legionis, lugartenientes de la legión con funciones de pretor, y a sus asistentes los tribunos militares y los centuriones.
Junto a los legados de la legión estaban los benefiaciarii (encargados de misiones de confianza), los strato (escuderos), los comentarienses (archiveros), los cornicularii (contadores) y los actuario (escribientes). Los tribunos militares se dividían en laticlavii (afectos a la administración) y angusticlavii (misiones propiamente militares). Los centuriones eran los oficiales básicos de infantería (la centuria de 80 hombres) y de caballería (la turma de 30 hombres). Cada centuria y turma tenía un suboficial llamado optio (equivalente a sargento), que también ejercía funciones administrativas. Los decuriones eran suboficiales que en la infantería mandaban una decuria (nueve hombres) y en la caballería de las unidades auxiliares mandaba un escuadrón o turma (30 jinetes). Otros suboficiales eran el tesserarius (equivalente a un sargento), el signifer o vexillarius (portaestandartes), el aquilifer (el portador del águila legionaria), el campiductor (instructor) y el pecunarius (furriel).